LAGUNA Y PUNTAL DE VACARES-SIERRA NEVADA (01-02 /09/2012)

Decidimos empezar el mes de septiembre con fuerza, por lo que nos fuimos a Sierra Nevada a hacer una ruta de alta montaña, con la intención de conocer nuevas rutas de ascenso y practicar con los mapas.

Salimos de Algeciras sobre las 17:30 de la tarde, Aguerrida, Salvador y Javi NSLP. Cuando íbamos por la autopista pasado Marbella, nos tropezamos con el incendio forestal que arrasó la zona de Coin, alcanzando varias viviendas y calcinando casi 5000 Ha.

Llegamos a Guejar Sierra sobre las 20:45 h., ya estaba oscureciendo y aunque había luna llena y se veía bastante bien, decidimos quedarnos a dormir en el inicio de la vereda de La Estrella para iniciar la marcha al día siguiente temprano.

Nos levantamos sobre las 7:30, desayunamos y ordenamos las mochilas para equilbrar un poco el peso que deberíamos portar, dejando muchas cosas en la furgo para aligerar.

A las 8:30, nos pusimos en marcha, tomando la vereda de la Estrella que discurre paralela al cauce del río Genil, pasando por zonas cargadas de castaños destacando el conocido como "El Abuelo".

Cuando llegamos al desvío de Piedra Partida, sacamos los mapas para estudiar y decidir la ruta defiitiva, inclinándonos por bajar hasta el Puente del burro y subir por la Cuesta de los Presidiarios, cuesta bastante dura que nos llevó hasta el refugio de la Cucaracha.

Después continuamos por la Loma del Calvario, nombre bastante acertado, por su dureza y desnivel, que nos obligó a realizar varias paradas para descansar y recuperar el resuello.
Por esta zona pudimos contemplar unas magnificas panorámicas: Veleta, Los Machos, Mulhacen, Alcazaba.

Por fin después de 9 horas de marcha llegamos a la laguna de Vacares, donde decidimos pasar la noche, así que nos pusimos a buscar un lugar adecuado resguardado del viento, encontrado un vivac bien situado que cumplía con lo que buscábamos.

Nos pusimos a cenar y al saco a descansar del duro día para reponer fuerzas. Hacía luna llena, casi no hacían falta los frontales ya que se veía bastante bien, era sorprendente el silencio en la zona.

Al día siguiente, nos levantamos medio recuperados y después de un buen desayuno decidimos que subiríamos al Puntal de Vacares, ya que era el pico de más de tres mil metros que teníamos más cerca, vigilando el tiempo de regreso al coche que calculábamos que estaría a unas 7 horas, aunque nos hubiera gustado subir a la Alcazaba.

Las vistas desde la cima seguían siendo impresionantes sobre todo la majestuosa Alcazaba con las lagunas de la Caldera a sus pies. Inmortalizamos el momento y comenzamos el descenso hasta volver a tomar la Loma del Calvario, esta vez al ser la mayor parte de ella cuesta abajo costaba menos trabajo pero nos iba sobrecargando las piernas. Cuando intuimos (según el mapa) que estábamos sobre la perpendicular del refugio del Aceral, decidimos tirar campo a través para intentar interceptar el camino que une este refugio con el de la Cucaracha. Paramos un momento para coger el catalejos que llevaba Salvador en la mochila, mientras lo estábamos buscando nos vimos sorprendidos por una manada de vacas que echaron a correr hacia nosotros, cosa que nos recordó a los San Fermines corriendo loma abajo campo a través. Fue algo extraño y nos estuvimos vigilando las vacas durante un buen rato.

Después del susto y de más de dos horas bajando encontramos el camino, aunque no conseguimos dar con el refugio del Aceral ya que se situaba en pleno barranco y su acceso desde la vertical se hace practicamente imposible. Fuimos desviando el descenso hacia el refugio de la Cucaracha, el tiempo apremiaba.

Todavía nos quedaba bajar la Cuesta de los Presidiarios con sus fuertes bajadas y la Vereda de la Estrella que se nos hizo eterna y tediosa.

Por fin llegamos al coche soltamos las mochilas y nos fuimos directo al río para refrescarnos y asearnos un poco, luego la merecida cerveza que supo a gloria.

En resumen, un magnifico fin de semana de montaña que se nos hizo corto, nos faltó un día como mínimo para poder haber hecho el recorrido que teníamos en mente desde un principio y para poder descansar y no tener que coger el coche para volver después de la tremenda paliza. Si podemos intentaremos volver antes de caigan las primeras nieves aunque sea para un recorrido más corto.

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