Con motivo de la II edición de "A MI LA SUFRIDA" nos fuimos el viernes rumbo a Santiponce. Durante toda la semana había estado lloviendo por lo que sospechábamos que el día de la carrera no iba a ser menos, sumando a esto, que el evento era organizado por la Sufrida, sabíamos que debíamos de prepararnos para las peores condiciones climáticas posibles como así fue.
Llegados a Santiponce, nos dispusimos a recoger los dorsales y pasaportes, luego nos fuimos a buscar a nuestros hermanos Mantekas ( Langui, Salvi y Pepa), que se encontraban en la conferencia sobre nutrición deportiva que se estaba realizando en el pabellón de deportes, a la cual llegamos tardes, fue bastante interesante aunque solo se nos quedó grabado que un Red Bull equivalía a once cafés solos. Concluida la misma, nos fuimos a cenar teniendo muy presente lo que habíamos aprendido en la conferencia... hicimos lo contrario... chicharrones, montaditos, cervecitas y pelotazo digestivo.
Llegó el gran día, nada más poner el pie en la calle comenzó a llover... se estaban cumpliendo las predicciones como mal augurio de lo que nos esperaba. Nos fuimos a desayunar con nuestros hermanos y a organizar la "táctica" de la carrera. Los planes eran que íbamos a preparar la "volatta" para Langui pero al final decidimos " Maricón el último".
En el cajón de salida recogimos los chips y estábamos a la espera del chupinazo amenizado con una estruendosa música...
A las 9:30 se dió la salida, comenzando por un recorrido neutralizado por las calles de la ciudad y dirigiéndonos luego hacia la vía verde. Nada más comenzar empezaron a producirse las primeras "montoneras" a causa del barro, pero todavía se podía circular por la pista, hasta que nos metieron por una zona que estaba rodeada de tierras de labranza donde no se podía ir sobre la bicicleta más de cinco metros porque se bloqueaban las ruedas por el barro superpegajoso, haciendo que muchos corredores tuvieran averías mecánicas o rompieran las patillas del cambio. En este tramo, Pepa rompió el cambio y no la patilla (eso es mala suerte porque llevaba recambio de patilla). Pepa me ayudó a limpiar la cadena con el agua del camelbak para poder salir de aquel infierno de barro que nos tenía absorbidos.
Llegó el gran día, nada más poner el pie en la calle comenzó a llover... se estaban cumpliendo las predicciones como mal augurio de lo que nos esperaba. Nos fuimos a desayunar con nuestros hermanos y a organizar la "táctica" de la carrera. Los planes eran que íbamos a preparar la "volatta" para Langui pero al final decidimos " Maricón el último".
En el cajón de salida recogimos los chips y estábamos a la espera del chupinazo amenizado con una estruendosa música...
A las 9:30 se dió la salida, comenzando por un recorrido neutralizado por las calles de la ciudad y dirigiéndonos luego hacia la vía verde. Nada más comenzar empezaron a producirse las primeras "montoneras" a causa del barro, pero todavía se podía circular por la pista, hasta que nos metieron por una zona que estaba rodeada de tierras de labranza donde no se podía ir sobre la bicicleta más de cinco metros porque se bloqueaban las ruedas por el barro superpegajoso, haciendo que muchos corredores tuvieran averías mecánicas o rompieran las patillas del cambio. En este tramo, Pepa rompió el cambio y no la patilla (eso es mala suerte porque llevaba recambio de patilla). Pepa me ayudó a limpiar la cadena con el agua del camelbak para poder salir de aquel infierno de barro que nos tenía absorbidos.
Seguidamente continuamos a otra zona donde se podía más o menos rodar, aunque la bici daba pena verla, llegamos al km26 donde estaba situado el primer avituallamiento y había instalada mangueras para poder limpiar las "burras", alli se encontraba Langui esperándome para realizar lo que quedaba de prueba juntos a un ritmo más llevadero para las condiciones del terreno pero sin pausa.
En la bifurcación donde se desviaban los participantes de la prueba larga de la corta, se encontraba Aguerrida realizando fotos ( La organización la había fichado como la reportera de la carrera) con los voluntarios Rafa Iza y Fauno, a los cuales saludamos . Era aquí donde daba comienzo el tramo competitivo, pusimos rumbo hacia la zona paisajísticamente más bonita de la carrera, el Embalse de Jergal, un recorrido de 24 km. con un continuo sube y baja, este tramo se nos hizo un poco pesado, tanto, que nos hizo dudar si nos habíamos equivocado de camino ya que íbamos solos.
Por fin llegamos a Guillena, donde se terminaba el tramo competitivo y había un avituallamiento donde recuperar un poco de energía, ya que nos quedaba lo peor, otro tramo de barro y el nadar unos largos en el río.
Llegamos al segundo lodazal, encontrándonos con la incombustible Juana, Buda y Oswald, una zona de unos 900m. totalmente impracticable, allí nos encontramos varios ciclista que se encontraban literalmente incrustados sin poder moverse, nosotros tiramos por el terraplen de la carretera hasta donde se pudo luego al fango.
Limpiamos las bicis por enésima vez y pusimos rumbo hacia el río por una interminable pista que se perdía en el horizonte. Ahora tocaba nadar, esto parecía un triatlón en lugar de una simple prueba de MTB. El fiera de Langui cruzó el río montado en la bici, en cambio yo, lo pasé a pie y me llegó el agua hasta la cintura, a estas altura de carrera ya te daba igual todo, porque íbamos chorreando de tanto aguacero y arrecidos , salvado el río sello en el pasaporte y en busca de los últimos 6 km hasta la ansiada meta.
A las dificultades padecidas durante la prueba tuve que añadir que el freno de disco delantero de mi bici se quedó bloquedo por lo que la rueda no giraba, aún asi continué hasta un puente que cruzaba un río a la entrada de Santiponce, que nos costo bastante trabajo atravesar debido a que tenia una fuerte pendiente, resbalándonos y no pudíamos mantenernos de pie.
Ya recorriendo las calles de Santiponce, en la entrada en meta nos hicieron un caluroso recibimiento con "ola" incluida a cargo de una representación Susmurais-Pretoriana, entrando Langui y un servidor de la mano .
Inmediatamente nos fuimos directamente a la ducha calentita, lavamos las maltrechas máquinas, recogimos nuestras merecidas bolsas del corredor incluyendo la original medalla y nos fuimos a degustar esos magníficos garbanzos que estaban calentitos y sabian a gloria.
En resumen, un duro día de mtb donde las maquinas sufrieron más que sus dueños que recordaremos por mucho tiempo y contaremos las épicas situaciones vividas . Con respecto a la ruta, nos enteramos sobradamente porque se llamaba la "ruta del agua" después de lo que tuvimos que soportar y por el río, además disfrutamos de la compañía de nuestros hermanos Mantekas que más se puede pedir.
El año que viene intentaremos repetir..............
FOTOS
Domingo 19-diciembre-2010
El tiempo seguía sin acompañarnos, la lluvia parecía que iba a seguir siendo la tónica hasta cerrar el fin de semana, es por ello que no pudieron acompañaros las féminas del equipo Manteka.Decidimos asistir a la prueba aconsejado por nuestro gran campeón "Langui", que nos comentaba que no iría mucha gente por las inclemencias del tiempo y sería un buen momento para intentar puntuar. Cual fue nuestra sorpresa al llegar al lugar, y ver el gran número de participantes.
Los caminos eran arroyos y había nubes bajas, tanto Aguerrida como yo tuvimos algunos problemillas para encontrar alguna baliza, ya que nos desorientamos perdiendo bastante tiempo, concretamente Aguerrida se le atravesó la primera baliza y a mi la última . Aún así conseguimos muy buenas posiciones, que incluso nos hace soñar para posibles premios en el ranking final.
La próxima prueba se celebrará en Los Barrios concretamente en el Palancar junto al pantano de Charco Redondo el día 23 de Enero. Alli estaremos por lo menos para "echar para abajo" los polvorones.
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