El 3 de octubre dimos comienzo a la temporada de senderismo con un clásico, la subida a la Cruz del Romero (Los Barrios), esta vez para saldar la cuenta que nos quedaba pendiente, encontrar el "arco de piedra".
Partimos a las 9:00h. un grupo de intrépidos senderistas compuesto por: Jorge "Corazón de León" , Jesús " Gigi", Delia, MªCarmen, Alvaro " Er Grabie", Auxi, Aguerrida y NSLP. El cielo estaba muy nuboso y amenazaba lluvia.
Partimos a las 9:00h. un grupo de intrépidos senderistas compuesto por: Jorge "Corazón de León" , Jesús " Gigi", Delia, MªCarmen, Alvaro " Er Grabie", Auxi, Aguerrida y NSLP. El cielo estaba muy nuboso y amenazaba lluvia.
Comenzamos desde San Carlos del Tiradero donde dejamos los coches, estuvimos caminando por la pista de Facinas hasta encontrar la angarilla que daba comienzo al camino.
Empezamos subiendo unas duras rampas buscando el desvío que nos internaría en el bosque siguiendo los hitos de piedras que marcaban el camino, al principio íbamos muy felices y contentos pero con el paso del tiempo el cansancio empezó a pasar factura sobre los compañeros que no estaban muy acostumbrados a estas cosas . Los síntomas eran los comunes: colorados como un tomate, medio axfisiados y murmurando en "arameo".
Empezamos subiendo unas duras rampas buscando el desvío que nos internaría en el bosque siguiendo los hitos de piedras que marcaban el camino, al principio íbamos muy felices y contentos pero con el paso del tiempo el cansancio empezó a pasar factura sobre los compañeros que no estaban muy acostumbrados a estas cosas . Los síntomas eran los comunes: colorados como un tomate, medio axfisiados y murmurando en "arameo".
A medida que nos íbamos acercando a la cumbre, la niebla se hacía más espesa y la visibilidad escasa. Cuando salimos del bosque cerca de la cima, encontramos la valla que delimita las fincas y que siguiéndola nos conduce directamente hasta el vertice geodésico ubicado sobre el risco de piedra que sin dudarlo escalamos para hacernos las obligadas fotos de recuerdo. Después fuimos a la "cueva" formada por dos impresionantes rocas donde hicimos una paradita para reponer fuerzas (dimos buena cuenta del Toblerone) .
Reiniciamos la marcha con el objetivo de cumplir la misión principal de la ruta que no era otra cosa que "en busca del arco perdido", después de una media hora diambulando por las rocas lo encontramos semicamuflado en mitad de una formación rocosa, nos hicimos un motón de fotos para dejar constancia del hecho.
Felices por la misión cumplida comenzamos el camino de vuelta bastantes cansados pero contentos de haber disfrutado de una magnifica ruta, incluso se levanto la niebla recompensándonos con unas estupendas vistas de la Bahía y de la sierra de Montecoche.
Cuando llegamos a los coches decidimos encerrarnos y hacernos fuertes en ese paraiso llamado el "Frenazo" donde nos dimos un merecidísimo homenaje a base de sopa de tomate, chicharrones, lomo en manteca, secreto.....etc.(se me hace la boca agua de recordarlo), donde hicimos planes de futuras rutas por Grazalema, Sierra de Las Nieves y por su puesto las que nos quedan pendientes por el Campo de Gibraltar.
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