Además del Ultra Trial de 130km individual y la prueba de relevo, este año se ha incluido una modalidad nueva consistente en recorrer los últimos 55km de la prueba reina entre Gaucín e Igualeja.
La peña estuvo representada por los hermanos Mota. Seguidamente os dejamos las vivencias, como dice el propio David, "del joio Genal" ;-).
BATALLA GANADA
Hacia un año que me propuse acabar algo que quedó a medias. Y este fin de
semana, así lo cumplí. Me esperaba una región, una zona, un valle...un valle
encantado que lleva por nombre el de un río, el Río Genal, y que rodeado por
altas y bellas crestas, lo flanquean y protegen. Por motivos personales, mi
mente no se encontraba sincronizada con las piernas, y como bien sabéis, esa es
medicina fundamental para afrontar estos bonitos retos de navegar entre
subidas, bajadas, ríos y secanos. Así que aunque al terminar, mi impresión era
no volver jamás, una vez en casa se tornó mi mente y la ilusión por volver a
este bello paraje y conquistar esa plaza que un año atrás dejé. Todo ello hizo
que me encontrara en IGUALEJA un año después, aunque eso sí...con más ilusión y
ganas.
Fantástica prueba la UTGVVG ( Ultra Trail Gran Vuelta Valle del Genal).
Solo observando el perfil, puede uno darse cuenta de la dureza de la misma. Un
subir y bajar continuado con estas últimas tan pronunciadas que en ocasiones
hacia a uno desear subir. Pero el entorno fantástico y un agradable clima,
hicieron que la jornada transcurriera según tenía planeado. El ir pasando
pueblo tras pueblo, recordaba una vuelta ciclista, ya que cada uno de ellos representaba
el final de una etapa, eso sí, algunas de ellas peores que otras. Los
avituallamientos, fantásticos, cada pueblo aportaba los alimentos que
distribuían entre los corredores, y ese honor de quizá ser el mejor de los
pueblos en este aspecto, hace que su esfuerzo en que sean copiosos y cuidadosos
benefician notablemente al corredor.
La salida, espectacular, con la animación de ese spiker súper ingenioso
“Chito” con palabras que nos hizo emocionar por momentos. Siete de la mañana y
nos ponemos en camino...carrerita a ritmo “trotecito” para a solo unos minutos
de salir la primera pendiente, precedida de un obstáculo en forma de socavon
que convirtió la masa de corredores en una fila multicolor de luces blancas y
rojas. Esta elevación era el aviso de lo que nos vendría durante toda la
jornada.
PARAUTA, CARTAJIMA, y llegamos al pueblo de los pitufos, JUZCAR.
Precioso entorno, sobre todo la subida a los Riscos, y su posterior bajada y llegada a pueblo. Allí me esperaba mi hermano, vaya alegría el verlo...gracias Pepe por tu ayuda y sobre todo ese ánimo que me supiste dar durante la jornada. FARAJAN, y llegada a ALPANDEIRE, donde Cristina y mi David me esperaban para un buen bocata de queso y un refresco de cola para reponer fuerza, pero que mejor inyección que verlos a ellos súper felices cuando me vieron llegar.
Quizás son los momentos que uno recuerda y quiere repetir en cada una de las carreras en que participamos. Suerte la mía, de volverme a cruzar en el camino con un grupo de jóvenes de la zona, Fernando, Jacobo, Pablo y Juanan. Fantástica compañía, que hicieron agradable el camino, sí señor.
El primero de ellos estuvimos acompañados, hasta BENARRABÁ, donde las fuerzas ya le fallaron y la cercanía de su familia, hizo que decidiera quedar allí. Junto al resto de amigos continuamos la batalla. Pasamos GAUCÍN, sin palabras la bajada...con ya casi 80 km en tu cuerpo, encontrarte con ese regalo...y para más INRI justo al terminar, nada más y nada menos que el temido CORTAFUEGOS. 3 km de subida con una pendiente, jeje, de casi 90 grados...por Dios, increíble, parecía no terminar. Antes de comenzar la subida, me encontraba solo, deje atrás a mis acompañantes, pero al llegar hasta este conocido como “Gran Capitán” yo diría Coronel, nos encontramos todos y algunos más. Muchos abandonaron allí, las fuerzas les fallaron, el avituallamiento que se encontraba al terminar este obstáculo, parecía un hospital de campaña en plena guerra, mantas térmicas y gente sentada o estirando... te hacía dudar el continuar...además nos comunicaron que la carrera se había suspendido...nos dejó helados, una vez aquella pared subida y que suspendan la carrera...vaya palo. No será así. La niebla se había apoderado del alto del JARDON, y algún corredor incluso llegó a perderse, por lo que la dirección de carrera, sabiamente, decidió neutralizar los últimos 20km, acabando la carrera en JUBRIQUE.
Un grupo numeroso reagrupado en el dichoso cortafuegos, nos dispusimos juntos a afrontar los últimos 20 km, que vaya 20 km... una subida a GENALGUACIL que ni los propios del lugar conocen, parecía que nunca terminaría, además kilómetros antes, me perdí, no por mal balizado, si no por exceso de confianza. La tranquilidad hizo que parara a hacer unas necesidades...y perdí por unos minutos el rastro del grupo...tuve que retroceder corriendo hasta volver a unirme a ellos en el pueblo, imaginad como subí hasta GENALGUACIL, con el temor de no llegar al corte a JUBRIQUE que estaba marcado a las 6:40 de la madrugada, por ese tiempo perdido. Pero bueno...a las 6:00 de la mañana, aparecíamos en el punto de control de JUBRIQUE, dando por finalizada esta auténtica batalla, agotadora pero muy gratificante. Bromeaba durante la carrera, que al finalizar la carrera me haría un selfie con el spiker, ya que sería la única manera de ver mi cara por aquellos lugares...pero creo repetiré...las sensaciones que viví otra vez se apoderan de mí, y no me extrañaría que el próximo año vuelva a acudir, eso sí, acompañado por integrantes de las huestes de NO SIENTO LAS PIERNAS. Seguro será así... Una vez terminada la carrera, y tranquilo en ante ese preciado objeto del deseo tras la carrera, la ducha, tuve a bien escribir, en un whatsapp familiar lo siguiente: “ ...estoy muy contento, esta batalla comenzó el año pasado que por circunstancias no termine. Hoy prueba y reto personal superado, para podérselo dedicar a mi mujer y mi davilillo...” Por ellos seguro la termine, bien saben porque.
David Mota.
Precioso entorno, sobre todo la subida a los Riscos, y su posterior bajada y llegada a pueblo. Allí me esperaba mi hermano, vaya alegría el verlo...gracias Pepe por tu ayuda y sobre todo ese ánimo que me supiste dar durante la jornada. FARAJAN, y llegada a ALPANDEIRE, donde Cristina y mi David me esperaban para un buen bocata de queso y un refresco de cola para reponer fuerza, pero que mejor inyección que verlos a ellos súper felices cuando me vieron llegar.
Quizás son los momentos que uno recuerda y quiere repetir en cada una de las carreras en que participamos. Suerte la mía, de volverme a cruzar en el camino con un grupo de jóvenes de la zona, Fernando, Jacobo, Pablo y Juanan. Fantástica compañía, que hicieron agradable el camino, sí señor.
El primero de ellos estuvimos acompañados, hasta BENARRABÁ, donde las fuerzas ya le fallaron y la cercanía de su familia, hizo que decidiera quedar allí. Junto al resto de amigos continuamos la batalla. Pasamos GAUCÍN, sin palabras la bajada...con ya casi 80 km en tu cuerpo, encontrarte con ese regalo...y para más INRI justo al terminar, nada más y nada menos que el temido CORTAFUEGOS. 3 km de subida con una pendiente, jeje, de casi 90 grados...por Dios, increíble, parecía no terminar. Antes de comenzar la subida, me encontraba solo, deje atrás a mis acompañantes, pero al llegar hasta este conocido como “Gran Capitán” yo diría Coronel, nos encontramos todos y algunos más. Muchos abandonaron allí, las fuerzas les fallaron, el avituallamiento que se encontraba al terminar este obstáculo, parecía un hospital de campaña en plena guerra, mantas térmicas y gente sentada o estirando... te hacía dudar el continuar...además nos comunicaron que la carrera se había suspendido...nos dejó helados, una vez aquella pared subida y que suspendan la carrera...vaya palo. No será así. La niebla se había apoderado del alto del JARDON, y algún corredor incluso llegó a perderse, por lo que la dirección de carrera, sabiamente, decidió neutralizar los últimos 20km, acabando la carrera en JUBRIQUE.
Un grupo numeroso reagrupado en el dichoso cortafuegos, nos dispusimos juntos a afrontar los últimos 20 km, que vaya 20 km... una subida a GENALGUACIL que ni los propios del lugar conocen, parecía que nunca terminaría, además kilómetros antes, me perdí, no por mal balizado, si no por exceso de confianza. La tranquilidad hizo que parara a hacer unas necesidades...y perdí por unos minutos el rastro del grupo...tuve que retroceder corriendo hasta volver a unirme a ellos en el pueblo, imaginad como subí hasta GENALGUACIL, con el temor de no llegar al corte a JUBRIQUE que estaba marcado a las 6:40 de la madrugada, por ese tiempo perdido. Pero bueno...a las 6:00 de la mañana, aparecíamos en el punto de control de JUBRIQUE, dando por finalizada esta auténtica batalla, agotadora pero muy gratificante. Bromeaba durante la carrera, que al finalizar la carrera me haría un selfie con el spiker, ya que sería la única manera de ver mi cara por aquellos lugares...pero creo repetiré...las sensaciones que viví otra vez se apoderan de mí, y no me extrañaría que el próximo año vuelva a acudir, eso sí, acompañado por integrantes de las huestes de NO SIENTO LAS PIERNAS. Seguro será así... Una vez terminada la carrera, y tranquilo en ante ese preciado objeto del deseo tras la carrera, la ducha, tuve a bien escribir, en un whatsapp familiar lo siguiente: “ ...estoy muy contento, esta batalla comenzó el año pasado que por circunstancias no termine. Hoy prueba y reto personal superado, para podérselo dedicar a mi mujer y mi davilillo...” Por ellos seguro la termine, bien saben porque.
David Mota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario