FAJA DE LAS FLORES (21/07/2014)

Esta ruta es sencillamente espectacular, el poder disfrutar de un mirador de estas características desde lo alto del valle de Ordesa es realmente todo un privilegio, destacando además los pasos por las clavijas de Cotatuero, Carriata y el fuerte desnivel de unos 1200m. 

Decidimos comenzar el sendero ascendiendo por el Circo de Cotatuero, ya que subir siempre es más fácil que bajar por las zonas más abruptas, por lo que al llegar a la pradera de Ordesa nos dirigimos por el carril que se adentra en el valle hacia la cascada de la Cola de caballo, para desviarnos en breve por el sendero que nos hará ir ascendiendo hacia el Circo de Cotatuero. Iríamos subiendo cobijados en la penumbra que nos proporcionaban los árboles, conforme íbamos ascendiendo nos íbamos aproximando a la cascada de Cotatuero que mantendríamos siempre a nuestra derecha, poco a poco íbamos dejando atrás la arboleda al ganar altura.

 

 

El sendero en esta zona estaba bien definido. Antes de llegar a las clavijas de Cotatuero tuvimos que superar algunos trepaderos, que no eran difíciles, pero la exposición aérea ya se hacía notable. En breve nos encontraríamos en las propias Clavijas, nos pusimos el equipo: arnés, daga, casco y ¡al ataque!. Las primeras clavijas están incrustadas en una pequeña chimenea, en la cual no hay cable de seguridad, una vez superada esta pequeña chimenea ya nos encontraremos el cable para anclarnos, lo cual psicológicamente ayuda, aunque el paso no sea difícil.

 

Al terminarlas nos encontraríamos de lleno la cascada de Cotatuero, el espectáculo es realmente bonito, subiendo paralelo a la cascada hasta llegar al valle, allí pudimos ver a sus anchas a rebecos y marmotas. 

  

Aquí tuvimos nuestro primer momento de desorientación, que no de pérdida :-) , había que desviarse hacia la izquierda para ir ganando altura y encontrar la entrada a la Faja. Atentos a los hitos y las pequeñas marcas de senderos en un principio nos fuimos desviando de la pedrera que debíamos ascender, embarcándonos en la Faja Blanquera, bastante peligrosa, así que sacamos el mapa y vimos que había que seguir ganando altura antes de buscar el sendero. Las líneas de nivel del mapa indicaban que la Faja iba justo encima de aquellas paredes verticales, así que retroceso y ascenso por la pedrera que habíamos abandonado precipitadamente, subiremos dejando a nuestra derecha un pequeño riachuelo. Pronto encontraríamos nuevos hitos que nos llevarían por el camino correcto. Ultima pedrera de ascenso y desvío a la izquierda entrando de lleno, ahora sí,  en el inicio de la Faja, a unos 2.300m de altitud.
 

El camino por la Faja es para disfrutarlo, muy aéreo y merece la pena realizar paradas para saborearlo lentamente.

 Pasamos por la piedra que atraviesa el camino y nos aproximamos al final de Faja, llegando al Circo de Carriata.

Ahora habría que buscar al camino que nos haría descender de la Faja a las clavijas de Carriata. El camino es bastante evidente, pero nos despistamos de nuevo ya que el mapa indicaba el sendero por la vaguada del valle y allí que nos fuimos, pero el descenso por allí era una locura, así que retroceso al sendero de la faja para buscar la bajada correcta, que después de todo era bastante evidente. Llevábamos un mapa de la zona que era 1:40.000, en el regreso miramos en un mapa de 1:25.000 y vimos el pequeño error que nos confundió con motivo de la escala.

El sendero va perdiendo altura rápidamente, descendimos por las Clavijas de Carriata y luego las de La Fajeta. Dejaremos a nuestra espalda la esbelta figura del Tozal del Mallo, pendiente para otra ocasión.

Descenso pronunciado hasta alcanzar la carretera que nos guiará de nuevo a la Pradera para coger el autobús de regreso.

Cuando llegamos al camping pudimos otear, cerveza en mano, la franja que habíamos atravesado. Sin lugar a dudas podemos decir que es una de las rutas más hermosas que hemos disfrutado en el Pirineo.


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