Ya somos ANIMALES. El pasado 16 de abril pusimos rumbo hacia El Burgo, un bella localidad malagueña situada en el corazón de la Sierra de las Nieves para participar en la II Edición del Animaltrail en la modalidad de "Marcha Bestia", en un principio para realizar 25 km con un desnivel acumulado de 1500 metros.Sobre las 7:00 de la mañana llegamos al pueblo, lo primero que hicimos fue ir a recoger los dorsales y de camino recoger las bolsas del corredor de Langui y Salvador que por causas de fuerza mayor no pudieron acompañarnos.
Luego nos dispusimos a realizar un desayuno energético en nuestra furgoneta con la tranquilidad de tener los dorsales en nuestro poder, en esos momentos recibimos la llamada de nuestro hermano Salvi que estaba próximo a llegar.
El día amaneció bastante nublado y con un chirimiri constante que hacia presagiar un día complicado, esto hizo que se retrasara la salida y que la organización cambiara el recorrido de la prueba a última hora quitando del mismo la subida final a la sierra Cabrita y regalándonos cinco kilómetros más siendo el mismo camino de ida que el de vuelta.
Antes de tomar la salida coincidimos y conversamos con viejos amigos Susmurais (Juan Carlos 67, Magua y compañero) y después nos reunimos con Salvi que venía acompañado de miembros de Trixerez.
Se di primero la salida a los participantes de la carrera de 50 km y 15 minutos después nos tocó a nosotros. Nada mas salir del pueblo vimos lo que iba a ser la tónica del día cuesta, cuesta y más cuesta pero con una belleza sin igual.
Durante la carrera conocimos a unos compañeros de sufrimiento que íbamos haciendo la "goma" durante todo el recorrido Guille y David, y a nuestra inseparable Antonia cuyo marido estaba participando en la prueba de los 5o km., luego nos enteramos que era un "maquina" quedando cuarto en la general y segundo de su categoría, casi nada.
Ya de vuelta los kilómetros se hacían más largos y pesados, aunque veíamos el pueblo a lo lejos, parecía que nunca llegaríamos.
Entramos en meta con nuestra inseparable Antonia tras seis horas y doce minutos, aunque cansados, nos quedamos en la línea de meta esperando a Guille y a David, para haacerle la foto entrando en meta. Luego nos dirigimos al pabellón para degustar la magnifica paella con la que estábamos soñando durante todo el camino.
En resumen, un magnifico día de montaña acompañados por buena gente, y disfrutando de paisajes inigualables. Felicitar a la organización por esta estupenda prueba que nos ha enganchado y que nos ha convertido en ANIMALES. El próximo año intentaremos volver, aunque antes tendremos el Infernotrail para matar el gusanillo.
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