El pasado sábado volvimos al entrañable pueblo de Alpandeire un año más, con el fin de traernos arrastrando las agujetas que corresponden por tan dura prueba por montaña y la satisfacción de poderla compartir con los amigos. En esta ocasión tuvieron la valentía de ser bautizados nuevos miembros de la Peña NSLP (Pepe, Antonio, Sergio, Ángel y Yoli), escogiendo para la ocasión una de las pruebas más duras para iniciarse en este mundillo, ...esperemos no henerlos desanimado mucho y que después de todo sigan compartiendo con nosotros "estos ratitos".
Como no podía ser menos conseguimos agrupar un número bastante representativo del equipo NSLP-Manteka (Salvi, Langui, Ramón, Er piani, Javi NSLP y Aguerrida), que con miedos más que con piernas se iban a enfrentar a los retos que nos esperaban, esas cuestas "que tanto pa´rriba como pa´bajo" nos harían sufrir arduamente durante todo el trayecto.
Tras el correspondiente madrugón, llegamos al pueblo con el tiempo suficiente de recoger los dorsales, saludamos a viejos amigos de la prueba (Rafa Málaga), otros nuevos (Javi Triatlón) y otros jóvenes de corazón (El tio Paco). La verdad es que se hace tan entrañable el evento que más que una carrera parece una fiesta.
La salida dió comienzo tras las explicaciones de Ilde "el organizador", una vitoreada cuenta atrás y una simpática lluvia de papelillos de colores que disparó al personal impaciente por comenzar a devorar esas temidas cuestas ...y por conseguir esas fantásticas Salomón que regalaban en la meta volante del km7. La primera cuesta ya iría colocando a cada uno según su ritmo de carrera.
El grupo empezó a estirarse y los "máquinas" fueron cogiendo posiciones en la primera cuesta nada más salir. En nuestro equipo sucedio lo mismo perdiendo la pista de Salvi y Alberto.
Después de la cuestecita inicial teníamos un descenso de 5 km hasta llegar al río Genal, tramo que sufrimos bastante ... y sino que le pregunten a Aguerrida que se tuvo que parar para estirar con dolor en las espinillas por el impacto. A partir de este punto comenzaba las insufribles cuestas arriba y los rompepiernas.
Decir tiene que gran número de participantes se perdieron (entre ellos, muchos de nosotros), aunque la carrera estuvo bien balizada, se podía haber reforzado en algunos puntos concretos, aunque sirvió como anécdota de la jornada.
De vuelta al camino correcto, llegamos al segundo avituallamiento, nos quedaba todavía subir la cuesta de las piedras (Calzada romana) que se encontranba aproximadamente en el kilometro 11, donde había ubicado un punto de fuga donde Yoli y Langui estuvieron tentados a abandonar.
Ahora tocaba pasar por el nuevo tramo que se había incluido este año, una impresionante bajada de hormigón que fue un martirio para las sobrecargadas y maltrechas piernas ..."No Siento Las Piernas", luego enlazamos con una serpenteante vereda con una fuerte pendiente que casi nos hacía ir a cuatro patas antes de entrar en el pueblo.
La entrada en meta de cualquier participante era aclamada como si fuera el primero en llegar, cosa de agradecer depués de la "paliza".
A medida que íbamos llegando, nos quedabamos a esperar a los compañeros, a los que agasajagamos con una bebida fresquita de cebada y lúpulo fermentado.
Llegó el gran momento de convivencia/manduca en el salón de conferencia donde fuimos obsequiados con una magnifica paella, montaditos de chorizo y mucha mucha cerveza, momentos que aprovechamos para contar las batallitas de como nos había ido. El momento cumbre fue cuando empezaron a repartir el café y esos espectaculares roscos caseros que quitaban "er sentio" (nos traimos la receta, ya contaremos cuando los hagamos).
Conclusión. Muchas gracias al maravilloso pueblo de Alpandeire por organizar esta carrera con tanto cariño y amor, donde lo que menos importa es la clasificación, sino la satisfación personal de haberla concluido y de pasar un magnifico día entre amigos. Sin dudar tiene que el año que viene volveremos.
Nota: Todos, mákinas y no tan mákinas hemos tenido agujetas y andado como "chiquito" en los días posteriores ....no puedorrrr!! y eso que este año sabiendo lo que nos esperaba habíamos reforzado el entrenamiento en las cuestas, ...pero no hay manera.