NO SIENTO LAS PIERNAS

viernes, 31 de mayo de 2019

XIII CXM VILLA DE ALPANDEIRE (18/05/2019)

Volvimos a una de las carreras de montaña que más cariño tenemos y que vimos nacer allá por el año 2007, CXM de Alpandeire, prueba que se convirtió en la cuna de las numerosas carreras que se celebran hoy en día por el Valle y germen de la majestuosa “Gran Vuelta al Valle del Genal”.
Hemos visto evolucionar la prueba convocando a más participantes en cada edición, con variaciones en el recorrido, introducción de modalidades, etc. El formato actual consiste en dos modalidades: una corta de 11 km y casi 600 metros de desnivel positivo, ideal para iniciarse en el mundillo y muy divertida con continuas subidas y bajadas y la larga, con sus 20 kms y casi 1300 metros de desnivel positivo, carrera dura de las que gustan con un par de subidas y bajadas míticas y gracias que no apretó en demasía el calor ….que sino a más uno lo hubiera pasado peor.
En lo referente a la participación de los nuestros tuvimos representación en ambas  modalidades con Ángel “El legía”, que reapareció en los “ruedos”  a  lo José Tomas después de una ausencia de más de dos años, aunque lo pasó un poco mal por una inesperada “pájara”  llegó a meta con genio y figura….solo faltó sacarlo a hombros y AguerRida, que sigue sumando poco a poco kilómetros para futuros desafíos. Aguerrida, le tiene mucho cariño a esta prueba desde que participó en la primera edición cuando esto de correr por el monte era algo raro solo reservado para extraterrestres. Nuestra compañera tuvo una magnífica actuación a pesar que no tiene tiempo para entrenar pero quien persevera…consigue.
En la larga, estuvo el gran Manolo Lara, el hombre de la eterna sonrisa, que está en un gran momento de forma, añadiendo una muesca más a su “colt” . Cuajó una actuación sobresaliente obteniendo como recompensa la entrada en meta con su retoño y por último, David Mota, el motor Perking” del equipo, que no hay carrera o distancia que se le resista, a su ritmo poco a poco, paso a paso… llega a donde se proponga aunque sea una empresa descabellada.
La organización de diez, como nos tiene mal acostumbrado, mimando a los participantes antes, durante y después de la carrera, con un gran número de voluntarios cuya labor es imprescindible para hacer un “sarao” de este tipo pensando incluso en los acompañantes y sobre todo en los más pequeños con ludoteca y pintacaras . Al finalizar la entrega de trofeos, se ofreció un plato de callos, también se pensó en los “veganos” ya que había una versión de callos "veganos"…no faltando luego los míticos y populares  roscos…ahí si que se produjeron tapones y aglomeraciones y no en la carrera.
El año que viene tendremos que volver a la edición 14.

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