Nos fuimos a Alpandeire, una de las carreras de montaña que más
cariño tenemos por el ambiente familiar y porque corres entre amigos.
Todavía
recuerdo la primera vez que oí hablar de Alpandeire y su carrera, no
teniendo ni idea de donde situarla en el mapa, incluso creyendo que
estaba por Galicia, quedando prendado de los maravillosos paisajes del
valle del Genal y la hospitabilidad de todo un pueblo volcado con los participantes.
Este año hubo como novedad la creación de una nueva
modalidad "la pequetrail" que hizo las delicias de los padres, a los que
se les caía la baba viendo las progresiones de los niños que se lo
pasaron de miedo en esta su primera experiencia en el mundillo de las
carreras. Todo lo recaudado en la inscripción de esta modalidad estaba destinado a la ONG EDUCO para becas de verano de comedor.
Teníamos
representación en todas las modalidades, aunque tuvimos algunas bajas de
última hora. Destacando la "cantera" que ojala venga pisando fuerte, la
reaparición de Aguerrida y de Rafael, que andaba un poco perdido ultimanente.
Como ya viene siendo habitual coincidimos con
nuestros queridos hermanos Mantekas y Piratas, tan "jartibles" y
"apretaos" como siempre.
De la carrera decir que el entorno donde
se desarrolla es privilegiado por su belleza. Este año ha hecho menos
calor que la pasada edición lo que lo ha hecho un poco más llevadero aún
así no quita ni un ápice la dureza de la misma. La prueba corta es
ideal para iniciarse y coger experiencia en esto de las carreras de
montaña con un perfil exigente, donde los nuestros salieron airosos y
muy contentos el trabajo realizado.
La carrera larga, ya la
conocíamos del año pasado, con un primer bucle que consistía en bajar al
río para volver a subir pasando por el pueblo para después adentrarnos
por un tortuoso sendero de fuerte pendiente hasta las cercanías de la
carretera de Ronda, donde empezamos a bajar hasta el río y retornar al
pueblo.
Emocionante entrada en meta de los nuestros acompañados de los niños Mantekas, Piratas y nuestros, llevándonos en volandas.
Después
de la paliza y de una improvisada ducha, nos fuimos a local donde se
daba la comida. Este año tocaba macarrones con tomate y atún, que
estaban bastante buenos, acompañado de toda la cerveza que uno quisiera
(así da gusto volver). Estuvimos conversando entre nosotros la
incidencias de la prueba coincidiendo con Juan M, Cortes, Ganador de los
101 kms de Ronda de este año y ganador de la Gran Vuelta al Valle de
Genal, que estuvo explicándonos sus técnicas de entrenamiento (ojala se
nos pegue algo).
Por fin llegó el momento más esperado del día (por
lo menos para mi) el café y los ansiados roscos (verdadera razón por la
que este que os escribe va a Alpandeire) dando buena cuanta de un buen
puñado.
En resumen, felicitar a la organización y
voluntarios por esta maravillosa prueba que todos los años se "curran"
con mucha ilusión y la hospitabilidad de todo un pueblo con los
participantes.
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