La edición de este año de la Carrera Popular del Puerto era muy especial para todos nosotros. Para empezar, habíamos inscrito a más participantes que nunca en la prueba (aparecemos en mitad de tabla en las clasificaciones de clubes con más participantes).Para algunos, ya veteranos en estas lides en nuestra ciudad, menos nervios que para otros que, como yo, queríamos bajar nuestra media del año pasado a toda costa; y por qué no, hacer un papel lo más digno posible.
Se da la salida y este año, menos mal, el calor es menor que en otras ocasiones. El ritmo, como preveíamos, frenético desde la salida, donde hubo el embotellamiento habitual de siempre. La salida del llano amarillo, rapidísima. La subidita por la Avenida de la Virgen del Carmen, nerviosa; el acceso al centro por Capitán Ontañón, la trasera del parque y Fuerzas Armadas intentando no perder demasiada comba con los pelotones que llevábamos por delante. Menos mal que pude recuperar por la Avenida Blas Infante bajando hasta encontrarme en la Escuela de Artes y Oficios. Por el camino, por cierto, ya que no lo he mencionado, uno de los aspectos que mejoraron este año que se acortó la distancia total y el recorrido de la prueba: la asistencia de público fue mayor que en otras convocatorias, y justo en ese lugar cuando comenzamos a enfilar de nuevo Capitán Ontañón esta vez en sentido descendente había incluso una charanga animando el cotarro.
Pues nada, la Escuela de Artes y Oficios era el punto elegido, al menos por mí, para dar el último esfuerzo e intentar algunos cambios de ritmo que me permitieran avanzar puestos en la general. Efectivamente, conseguí adelantar a varios corredores y concluir una carrera que, un año más, se presentó como una de las citas más atractivas del calendario veraniego, para aquellos a los que les gusta correr y competir también en verano.
El final, como siempre, aderezado con los habituales refrescos, cervezas, camisetas técnicas, entrega de premios y regalos, fue lo mejor para todos los participantes de la Peña: todos los que comenzamos la prueba la concluimos, en mejor o peor medida, y todos llegamos a la línea de meta donde pasamos un rato de lo más distendido y divertido en compañía de nuestras parejas y familiares.
A destacar el debut de Miguel Ángel, hijo de "Er Guerrillero" logrando acabar su primera carrera, esperemos que le haya gustado y sea el inicio de una dilatada vida deportiva.
¡Nos vemos en la siguiente!
Jorge "Corazón de León"
